Las bibliotecas capan los 'e-books'
De la imprenta a la pantalla. El sector se resiste a romper la cadena tradicional del libro de papel
El préstamo de libros electrónicos llega a las bibliotecas españolas, pero no por donde sería de esperar: no está en internet. Sino detrás de los mostradores. El Ministerio de Cultura ha puesto en marcha un servicio de préstamo de libros electrónicos que mantiene la cadena que recorren los libros de papel antes de llegar a manos del lector: el autor, el editor y el bibliotecario. Se prestarán los dispositivos electrónicos, algo que ya hacen las bibliotecas municipales en San Sebastián, por ejemplo, pensando en el interés que suscitan los aparatos, no los contenidos. De momento, electrónico no es sinónimo de digital.