El PP convierte la Biblioteca Valenciana en un edificio de oficinas
Valencia, para quien esto escribe, que no es de Valencia, es un lugar admirable para vivir. Tiene un clima suave en invierno. Tiene playa y montaña y un lago, la albufera, del que podría sacarse mucho partido turístico, como hacen los catalanes con el delta del Ebro o los andaluces con Doñana. La capital tiene uno de los centros históricos más extensos de Europa, con palacios e iglesias que no parecen llamar la atención a los políticos responsables de dar brillo a nuestra ciudad. ¿Qué diremos del Mercat, que hace empalidecer a cualquier otro de España? En Valencia está el San Pío V, el segundo mejor museo de España, que ha estado sin dirección y sin un programa de exposiciones a la altura de las que ha tenido en el pasado. Y lo que es peor: los que mandan no se enteran de lo que tienen entre manos. ¿De qué se sienten orgullosos ellos, si dejan languidecer las instituciones de las que nos sentimos orgullosos muchos valencianos?