Declaración de ICOLC sobre los derechos de los metadatos de las bibliotecas
Los metadatos que describen las colecciones de las bibliotecas no suelen estar sujetos a derechos de autor, y deberían considerarse libremente compartibles y reutilizables en la mayoría de las circunstancias. Sin embargo, algunos agentes de la industria restringen los derechos de las bibliotecas a utilizar dichos metadatos mediante términos contractuales e influencia en el mercado. Esta actividad restrictiva no está en consonancia con las necesidades de las bibliotecas ni con su misión pública y no lucrativa.
Los firmantes de este documento instan a todas las organizaciones, con o sin ánimo de lucro, a defender los derechos e intereses de las bibliotecas para utilizar, reutilizar, adaptar, agregar y compartir los metadatos que describen las colecciones de las bibliotecas para servir al interés público, sin restricciones ni limitaciones.
Los metadatos bibliográficos de las bibliotecas suelen proporcionar una descripción factual del contenido y las colecciones que las bibliotecas ponen a disposición de sus usuarios. Por ejemplo: los registros bibliográficos pueden contener el título de un libro, el autor, el año de publicación, los encabezamientos de materia y otros campos. Estos metadatos pueden variar en cuanto a su exhaustividad y descriptividad, pero no suelen considerarse una expresión creativa.
Las bibliotecas llevan mucho tiempo creando metadatos sobre sus colecciones con la intención explícita de que sean compartidos, reutilizados y modificados abiertamente y sin restricciones para promover el acceso a la información. Los metadatos que describen las colecciones de las bibliotecas son fundamentales para las misiones educativas y sin ánimo de lucro de las bibliotecas en su funcionamiento, tanto cotidiano como estratégico. Permiten a los usuarios descubrir y acceder a los materiales de la biblioteca, apoyan la colaboración entre bibliotecas, ayudan a la gestión de toma de decisiones de compra de la biblioteca, permiten a las bibliotecas observar las tendencias de uso de los metadatos a nivel regional y mundial, y apoyan el análisis de las tendencias y convenciones de catalogación.
Dada la importancia de que las bibliotecas utilicen, reutilicen y compartan libremente estos metadatos, las tendencias actuales del sector son preocupantes. Las opciones limitadas de servicios de metadatos asequibles, junto con las restricciones impuestas al uso, reutilización y compartición de metadatos entre colaboraciones, plataformas, tipos de sistemas y proveedores, están impidiendo los derechos de las bibliotecas y su capacidad de innovar y colaborar para servir a sus usuarios de forma eficaz. La presión que limita el mercado y que permite e impone cualquier práctica monopolística, ya sea a través de contratos comerciales o de políticas, es antitética al propósito de las bibliotecas y margina a las bibliotecas que no cuentan con fondos suficientes.
El 13 de junio de 2022, OCLC registró una denuncia (demanda) en la que solicitaba medidas cautelares y permanentes y daños y perjuicios contra Clarivate y sus filiales, ProQuest y Ex Libris, con el fin de detener los esfuerzos de Clarivate por crear un nuevo servicio de catalogación sin coste para las bibliotecas.
Según la demanda, este nuevo servicio, MetaDoor, competiría directamente con OCLC y, según OCLC, conduciría a un uso indebido de los registros. OCLC también alegó que Clarivate estaba animando a los clientes de OCLC a incumplir sus contratos con OCLC al proporcionar metadatos de la biblioteca en forma de registros bibliográficos a este servicio alternativo.
Un aspecto central de esta demanda es el uso y el intercambio por parte de las bibliotecas de sus registros de catálogo y de los metadatos que describen sus libros y otros materiales de la colección. Los empleados individuales de las bibliotecas de entornos públicos y privados sin ánimo de lucro crearon estos registros y los han aportado a la comunidad bibliotecaria a través de las plataformas de OCLC. Las bibliotecas pagan suscripciones a OCLC con la intención de que estos datos aportados se pongan a disposición de otras bibliotecas para su uso, reutilización e intercambio. Las bibliotecas se convierten en miembros de OCLC cuando compran o se suscriben a cualquiera de los servicios de OCLC. Los servicios de OCLC proporcionan a las bibliotecas formas de aprovechar el trabajo de metadatos de otros y de hacer que las existencias de la biblioteca sean localizables en el servicio WorldCat de OCLC. Si bien las bibliotecas pagan tarifas considerables a OCLC y a otros proveedores por servicios que incluyen la deduplicación, la identificación y la mejora, no lo hacen con la intención de que sus registros queden aislados o se restrinja su reutilización. Independientemente de quién haya contribuido a los registros descriptivos, los registros individuales generalmente no son susceptibles de derechos de autor, ni es de interés público que se restrinja su uso.
Las bibliotecas pretenden que los metadatos que describen sus colecciones estén disponibles de forma gratuita y puedan ser descubiertos por todos sus usuarios, incluidos los de otras bibliotecas con las que comparten. Las bibliotecas dedican su trabajo a crear y mejorar los registros bibliográficos con el fin de permitir el descubrimiento de los contenidos de la biblioteca y apoyar a las sociedades en la búsqueda del conocimiento para el beneficio compartido. El trabajo que supone la creación de los registros del catálogo de la biblioteca fue, en muchos casos, financiado con fondos públicos para el uso público. Estos registros no se crearon con el fin de obtener beneficios corporativos o sostenibilidad fiscal, aunque las empresas pueden desarrollar servicios mejorados que dependen de estos datos. Cualquier interés corporativo que afirme el derecho a limitar o determinar cómo las bibliotecas pueden utilizar, reutilizar o compartir los registros que han creado lo hace en contradicción directa con las necesidades articuladas de las bibliotecas, y en contra del interés público.