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Las bibliotecas no se van de vacaciones

Actividades específicas para el verano organizadas por las bibliotecas públicas.

22 de Julio de 2013

Por Joaquina_Ramilo

Actividades específicas para el verano organizadas por las bibliotecas públicas.

Estamos ya en pleno verano, época en la que muchas personas se toman algunos días de vacaciones. Nosotros también nos vamos unos días a descansar y a cambiar de aires. Pero recordad que las bibliotecas públicas no se van de vacaciones, e incluso ofrecen actividades especiales para niños y adultos; aunque muchas permanecen cerradas algunos días y reducen sus horarios habituales.

Si no te vas a ir de viaje, infórmate en tu biblioteca habitual para saber qué horarios tendrán y qué actividades organizan durante el verano. Y si te vas a otro lugar de la geografía española, busca la biblioteca pública más cercana y anímate a visitarla.

Ofrecemos a continuación información sobre algunos lugares –qué duda cabe que no están todos- en los que las bibliotecas este verano organizan actividades específicas:

  • A Coruña: La bibliotecas municipales han confeccionado unas bolsas de libros para préstamo, y unas recomendaciones de lectura, música y cine especiales  para el verano. Y en la Biblioteca Municipal de Estudios Locais se puede visitar una exposición conmemorativa del 40º aniversario del fallecimiento de Pablo Picasso. Además, las bibliotecas de A Coruña impulsan, en colaboración con establecimientos comerciales, una iniciativa de bookcrossing, gracias a la que podrás encontrar “libros libres” en diferentes puntos de la ciudad.
  • Córdoba: Talleres varios, selección de libros de viajes y actividades en torno a la geometría son los protagonistas del Programa “Vacaciones en la Biblioteca”.
  • Barcelona:  Hasta finales de septiembre, las bibliotecas de la red municipal reducen sus horarios, pero en cada distrito habrá al menos una biblioteca pública abierta, y cada una de ellas ofrecen actividades específicas durante el verano, principalmente destinadas a público infantil.
  • Girona: El servicio de bibliotecas de la Diputación de Girona ofrece multitud de actividades (cuentacuentos, exposiciones, talleres, bibliopiscinas, etc.) en las bibliotecas de la provincia.
  • Lleida: Además de actividades como bibliocarreras y lecturas al fresco, también en las bibliotecas de esta provincia sus fondos se trasladan a las bibliopiscinas y los biblioparques.
  • Valencia: Bajo el lema de las bibliotecas de Valencia “Las bibliotecas son también para el verano”, han organizado diferentes actividades para todos los grupos de edad (conciertos, cuentacuentos, exposiciones, guías de lectura y talleres) con el fin de identificar a la biblioteca como espacio lúdico para el período estival.

Sin duda, las bibliopiscinas y las biblioplayas son una buena manera de fomentar la lectura, especialmente entre niños y jóvenes. Pero ¿quién dice que los adultos no aficionados a la lectura no podrán descubrir una nueva manera de disfrutar del tiempo libre gracias a estos espacios?

Nos despedimos hasta septiembre. Disfrutad del tiempo libre y de la lectura.


Iniciativas bibliotecarias frente a conflictos armados

Dos iniciativas bibliotecarias puestas en marcha durante dos conflictos armados: la Guerra Civil española y el conflicto actual en Colombia.
Iniciativas bibliotecarias frente a conflictos armados

Bibliobus del Sevei de Biblioteques del front

17 de Julio de 2013

Por Joaquina_Ramilo

Dos iniciativas bibliotecarias puestas en marcha durante dos conflictos armados: la Guerra Civil española y el conflicto actual en Colombia.

 

Los conflictos armados suponen –aparte de la inseguridad y de la grave emergencia humanitaria provocada- el desgarro del sistema social y cultural y la ruptura de las relaciones sociales y las actividades cotidianas. Pero, a pesar de la toda la destrucción que conllevan los conflictos armados, existen iniciativas de salvaguarda del patrimonio y de promoción del acceso a la información y al conocimiento que tras la finalización de los conflictos ayudan a la pacificación y a la rehabilitación post-bélica.

Sin embargo, son pocas las iniciativas bibliotecarias llevadas a cabo mientras un conflicto armado está en plena efervescencia. Escasez comprensible, dado el riesgo que supone para la vida misma de los profesionales bibliotecarios y la dificultad que entraña la puesta en marcha de dichas iniciativas. Por eso, hoy os presentamos dos iniciativas de este tipo. La primera de ellas de perfil histórico, al tener lugar durante la Guerra Civil española. Y la segunda, de perfil actual, y que sigue en marcha a día de hoy y con buenas perspectivas de éxito.

1. El Servei de Biblioteques del Front (SBF) fue creado en 1937, consistente en una red de bibliotecas ambulantes coordinadas por la dirección de las Red de Bibliotecas Populares de la Generalitat de Cataluña, a cargo de Jordi Rubió, también director de la Biblioteca de Catalunya y de la Escola de Bibliotecàries (origen de la actual Facultat de Biblioteconomia y Documentació de la Universitat de Barcelona). El SBF  tomó el relevo de una iniciativa de la Agrupació d’Escriptors Catalans que en agosto de 1936 había comenzado a enviar remesas de libros a los soldados del Frente de Aragón. Realmente el establecimiento de este servicio de lectura pública destinado a los soldados respondió a peticiones expresas de las milicias republicanas del Frente de Aragón que demandaban libros para distraer a los combatientes y aligerar los períodos de inactividad. También se tuvo en cuenta la experiencia de los servicios de lectura durante la Primera Guerra Mundial.

El Servei de Biblioteques del Front se organizaba de la siguiente forma: depósito central de fondos y servicios técnicos centrales (en Barcelona), dos subcentrales (en Cervera y Tarragona) y varios puntos de servicio (en bibliotecas de hospitales de campaña y en bibliotecas de primera línea del frente). En enero de 1939, pocas semanas después de la entrada de las tropas de Franco en Barcelona, cierra el SBF, quedando también temporalmente paralizada la actividad de las bibliotecas públicas de la provincia.

Los viajes de los bibliobuses del SBF también sirvieron en algunas ocasiones para recuperar fondos de bibliotecas amenazadas de destrucción. Ciertamente, la labor de salvamento del patrimonio bibliográfico llevada a cabo por Jordi Rubió y sus colaboradores, incluidas las bibliotecarias voluntarias, fue ingente y no exenta de dificultades.

2. El papel que la biblioteca pública puede desarrollar en la contribución al buen término de un proceso de pacificación, como espacio de formación y convivencia, de acceso democrático a la cultura y la educación, y de promoción de las diferentes manifestaciones culturales de un territorio, no ha sido suficientemente analizado. El Sistema de Bibliotecas de Medellín (Colombia) ha demostrado que ese papel es posible, con una filosofía enmarcada en los siguientes componentes:

    • Educativo: Fomento del acceso al conocimiento, a la investigación y a la capacitación para la toma de decisiones a partir de la red de información y contenidos de las bibliotecas de la Red.
    • Cultural: Se busca propiciar el reconocimiento de la diversidad, impulsar dinámicas de creación y producción, preservar el patrimonio cultural, y ofrecer espacios de calidad para las manifestaciones artísticas.
    • Social: Promoción y apoyo a la comunidad en la participación y el diálogo, y en el reconocimiento de su identidad, el fortalecimiento del tejido social para la construcción de una ciudadanía democrática, cultural y plural, por medio de los espacios públicos para el encuentro ciudadano.

 

La Red de Bibliotecas Públicas de Medellín está integrada por la Biblioteca Pública Piloto de Medellín y sus seis filiales, cinco Parques-Biblioteca, ocho Bibliotecas de Cultura Ciudadana,  doce Bibliotecas Populares de municipios del área metropolitana, y seis bibliotecas especializadas. Los Parques Biblioteca de esta Red son, además de un lugar de acceso a la información y el conocimiento, lugares para el aprendizaje y espacios de convivencia.

Foto: Parque Biblioteca La Ladera en Medellín (Colombia)

El conflicto armado interno en Colombia comenzó en la década de los 60, y enfrenta al ejército colombiano y las guerrillas de extrema izquierda y los grupos paramilitares de extrema derecha, a lo que se suma la estrecha relación con la mafia del narcotráfico. La escalada de violencia ha pasado por diferentes niveles, siendo la población civil quién más ha sufrido. Las violaciones de los derechos humanos han sido generalizadas: secuestros, desplazamientos forzosos, torturas y asesinatos han sido moneda de cambio durante más de 50 años.  A pesar de las recientes desmovilizaciones de los grupos paramilitares y del debilitamiento de la guerrilla, las bases del conflicto colombiano siguen latentes y se prevé un proceso de paz complicado y no exento de obstáculos. El Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas de Colombia pretende ser un instrumento eficaz para lograr una mayor cohesión social, el fortalecimiento democrático, y un aumento de los niveles educativos y culturales.


 

Bibliotecas en tiempos de guerra

Breve historia de la destrucción de bibliotecas
Bibliotecas en tiempos de guerra

Biblioteca Sarajevo / Gervasio Sánchez

11 de Julio de 2013

Por Joaquina_Ramilo

Breve historia de la destrucción de bibliotecas

La quema y destrucción de bibliotecas se remonta a los orígenes de los primeros escritos. Las guerras tribales y las invasiones tenían entre sus principales objetivos someter a los pueblos conquistados y aniquilar en lo posible su herencia cultural. Por eso los libros –en tablillas los primeros- fueron objeto de la ira de los ejércitos bárbaros (entiéndase, extranjeros), y muchas bibliotecas –la mayoría ubicadas en templos y palacios- fueron arrasadas y saqueadas, dejando a la humanidad huérfana de gran parte de su historia, sus literaturas y sus culturas.

Dos grandes ejemplos de esta grave pérdida fueron Egipto y Grecia, de las que se calcula que se perdió el 80% de la literatura y la ciencia de ambas civilizaciones antiguas, a causa principalmente de las sucesivas guerras sufridas. La destrucción de la biblioteca de Alejandría es bastante conocida, y aunque fue incendiada parcialmente en el año 47 a.C. durante la toma de la ciudad por Julio César, su destrucción total, hacia el año 391 d.C, no está bien documentada, no estando muy claro quiénes fueron los causantes de la misma, si el ejército romano o los civiles cristianos.

En tiempos más modernos, las guerras y revoluciones siguieron sin respetar ni los muros bibliotecarios ni el valor de los libros. Destrucciones masivas de libros durante la Revolución Francesa, la Guerra de Independencia española y la conquista de América son algunos ejemplos.

Los conflictos armados durante el siglo XX tampoco han sido ajenos a esta actividad destructiva, añadiendo la destrucción de libros y biblioteca como una práctica más o menos habitual.

Foto: Holland House Library, destruida en 1940

En Alemania, en 1933, se llevaron a cabo masivas quemas de libros, y más tarde fueron numerosos los ataques de las tropas invasoras alemanas contra centros bibliotecarios de Polonia, Reino Unido, Rusia y Ucrania. También los bombardeos aliados sobre Alemania redujeron a cenizas algunas bibliotecas de incalculable valor, como la Biblioteca Baviera y las bibliotecas de las Universidades de Berlín y Bonn y la Staatsbibliothek de Bremen.

En España, la Guerra Civil trajo consigo la destrucción de cientos de bibliotecas populares y de toneladas de libros procedentes de editoriales, librerías, escuelas, bibliotecas públicas y particulares. Tampoco la Biblioteca Nacional se libró de dicha barbarie y, sólo gracias al esfuerzo abnegado de sus bibliotecarios, se pudieron salvar de los bombardeos cientos de libros y manuscritos.

En época reciente, quizá el caso más conocido de un ataque indiscriminado contra una gran biblioteca sea la destrucción de la Biblioteca Nacional de Bosnia-Herzegovina en Sarajevo que, el 25 de agosto de 1992, fue bombardeada por orden del general Ratko Mladic y reducidos a cenizas la mayoría de sus más de millón y medio de ejemplares.

Otro caso reciente, fue la destrucción de la Biblioteca Nacional de Irak, que renació de sus cenizas tras el ataque con obuses en 2003 por parte de las tropas de Estados Unidos, y que durante años fue objeto de saqueos y su personal incluso amenazado de muerte.

He intentado dibujar sólo unos trazos sobre la realidad de la destrucción de bibliotecas. Pero si investigas en la historia de cada civilización y de cada país seguro que encontrarás varios casos de estos ataques a la cultura, la historia y la memoria de los pueblos.

 


Bibliotecas públicas y desarrollo

Contribución de las bibliotecas públicas al desarrollo económico, social y cultural
Bibliotecas públicas y desarrollo

Biblioteca Mercado de Santa Florentina Cartagena

03 de Julio de 2013

Por Joaquina_Ramilo

Contribución de las bibliotecas públicas al desarrollo económico, social y cultural

 

El éxito de una biblioteca depende de su capacidad para conocer las necesidades de la comunidad local y vincularlas a la agenda política. La concepción de biblioteca pública tradicional, como servicio de lectura y préstamo, y de lugar de estudio debe renovarse. Y de hecho así ha sido, principalmente a causa de las tecnologías de información y comunicación y de la explosión de información de los últimos años.

Sin embargo, la crisis económica ha provocado en los países desarrollados -y continúa haciéndolo- un desprestigio político de las instituciones culturales públicas, incluidas las bibliotecas. El futuro y el éxito de las bibliotecas públicas dependen, por tanto, de su capacidad para destacar en la agenda política, demostrando su conocimiento de las necesidades de información de la comunidad local y su voluntad de ofrecer unos servicios acordes con dichas necesidades. Ha de potenciarse la capacidad de la biblioteca pública como instrumento de cohesión social, puesto que ofrece a la comunidad local un centro de información y favorece la participación activa del ciudadano en la sociedad.

Existen varios ámbitos en los que la biblioteca pública fomenta el desarrollo de la comunidad:

- Acceso a la información: Los recursos de información disponibles en las bibliotecas públicas ayudan al desarrollo social y económico. En este ámbito, es fundamental establecer un servicio de información a la comunidad, que ofrezca al ciudadano información referente a la propia localidad, y también todo tipo de información útil y necesaria para el desarrollo de la vida cotidiana (publicaciones oficiales, organismos públicos, agenda ciudadana, información turística, etc.)

- Acceso a la educación y formación: La adquisición de conocimientos básicos es fundamental para construir una comunidad que contribuya a la vida económica, social y cultural. El acceso libre y gratuito a la información y al conocimiento es uno de los pilares fundamentales de las sociedades El mercado de trabajo y la sociedad en general precisan de personas formadas y con una cultura amplia. La alfabetización informacional es fundamental, ya que potencia las capacidades personales de acceder a información efectiva y de valor. También la colaboración entre bibliotecas públicas y escolares es fundamental para el desarrollo educativo y cultural de la comunidad.

- Colección local: La biblioteca pública debe prestar apoyo a la investigación local, disponiendo de una colección local, específica y separada del resto de sus fondos. También debe participar en la conservación y difusión de la historia y la tradición oral.

- Participación activa en la vida sociocultural: La biblioteca pública debe colaborar con asociaciones y entidades locales (asociaciones culturales, centros de día, asociaciones de inmigrantes, etc.), tanto en lo que se refiere a la promoción de sus servicios como al ofrecimiento de sus instalaciones para actos organizados por dichas entidades. También debe realizar actividades para la celebración de fechas significativas: Días Internacionales (del libro, de la paz, del medio ambiente, etc.), fiestas locales, aniversarios de personajes ilustres, etc.

- Prestación de servicios especiales: Debe atender las necesidades colectivos específicos que no pueden acudir al centro bibliotecario y que no disponen de recursos de información (hospitales, prisiones, residencias de ancianos, préstamo a domicilio para enfermos y discapacitados, bibliobuses para zonas con población dispersa).

Foto: Biblioplaya de Benidorm

Para dar a conocer su papel activo en la vida de  la comunidad en la que está integrada, la biblioteca debe salir al exterior y difundir sus servicios en lugares no habituales. Las biblioplayas y bibliopiscinas son buenos ejemplos de acercamiento de la biblioteca al encuentro del ciudadano. Pero también lugares como los mercados municipales y los transportes públicos son un buen escaparate para difundir los fondos y servicios bibliotecarios.