Mapa de bibliotecas públicas de Galicia
Esta pasada semana, se presentó en el Parlamento de Galicia el “Mapa de bibliotecas públicas de Galicia”, que será la herramienta en la que se muestre la situación actual del sistema bibliotecario gallego, de cara a analizar su situación y llevar a cabo una planificación acorde a las necesidades del territorio en cuanto a bibliotecas y puntos de servicio, y también respecto a las características cuantitativas (personal, metros cuadrados y puntos de lectura, horas de apertura, volumen de fondos, número de préstamos y consultas, equipamientos informáticos, puntos de acceso a internet) y cualitativas (cualificación del personal bibliotecario, valoración de los servicios) de dichos servicios bibliotecarios.
Según el artículo 27 de la Ley de bibliotecas de Galicia (2012) (Lei 5/2012), el “Mapa de bibliotecas de Galicia es el documento que sirve como base para la concreción del diagnóstico, los valores, los objetivos, las actuaciones y las prioridades de la acción pública en materia de servicios públicos bibliotecarios de Galicia.” Y según también dicho artículo, el Mapa deberá remitirse al Parlamento de Galicia para su examen y valoración. Es en esta fase de tramitación en donde se encuentra ahora este documento técnico de trabajo; teniendo que ser revisado y aprobado por los grupos parlamentarios.
Realmente, junto al atraso que la Comunidad Autónoma de Galicia ya sufría en cuanto a la tardanza en disponer de una red de bibliotecas y de una ley del sistema público de bibliotecas, se suman los procedimientos que según la Lei 5/2012 deben afrontar los responsables, puesto que ésta de 2016 es la primera versión del “Mapa”, sumando así 4 años de retraso a su elaboración y aprobación.
Por otra parte, desde la Consellería de Cultura se nos presenta un panorama medianamente optimista, mientras que el “comunicado oficial” puede dar lugar a muchas interpretaciones, especialmente desde el ámbito de los profesionales bibliotecarios. Así nos preguntamos cuáles son los estándares a los que el Secretario General de Cultura hace referencia, y que sirven de base para analizar la adecuación cuantitativa de las bibliotecas públicas de Galicia. Porque si se trata de las directrices de IFLA, está claro que no se cumplen. Por el contrario, según la Lei 5/2012 –y según las recomendaciones de expertos en la materia- es el propio Mapa el que debe marcar los estándares bibliotecarios a cumplir.
Por otro lado, y siguiendo con las manifestaciones oficiales, se indica que “según el Censo de Bibliotecas Públicas de Galicia todos los municipios gallegos con población superior a 5.000 habitantes cuentan con biblioteca pública”; mientras que según los criterios indicados en el artículo 17 de la Lei 5/2012, “las bibliotecas locales son aquellas bibliotecas de titularidad municipal que cumplen las condiciones necesarias para prestar el servicio de lectura pública en un área con una población de entre 2.000 y 20.000 habitantes”. Por tanto, ¿tenemos que pensar que hay muchas poblaciones que cuentan con entre 2.000 y 5.000 habitantes –recordemos que Galicia es una de las Comunidades con mayor dispersión de población rural- que no disponen de servicio de biblioteca pública? Y en ningún momento, en las declaraciones oficiales se hace referencia al servicio bibliotecario del que disponen –o más bien, no disponen- las poblaciones gallegas de menos de 2.000 habitantes. Se trata de pequeños núcleos poblacionales que deberían disponer de un servicio de biblioteca móvil, que en Galicia no existe; prescindiendo la Xunta de Galicia, en 2007, del único servicio de bibliobús que quedaba activo y daba servicio a pequeñas poblaciones de la provincia de Ourense, mientras que en 1999 dejó de funcionar el de la comarca del Condado (Pontevedra). Otro problema de escasez de servicios bibliotecarios está en los grandes núcleos urbanos: mientras en la ciudad de A Coruña cuentan con 6 bibliotecas públicas, en la ciudad de Vigo –de población algo superior, y cercana a los 300.000 habitantes- solo cuentan con 2 bibliotecas públicas (a las que se suman las bibliotecas de acceso público y titularidad privada de AFundación); la situación en la ciudad de Lugo tampoco es muy positiva, contando solo con 2 bibliotecas públicas.
Según el artículo 13 de la Lei 5/2012, la Red de Bibliotecas Públicas de Galicia estará integrada por las siguientes tipologías bibliotecarias: a) Bibliotecas centrales territoriales. b) Bibliotecas centrales municipales. c) Bibliotecas de proximidad. d) Bibliotecas locales. e) Servicios bibliotecarios móviles. Y será en el “Mapa de bibliotecas públicas de Galicia” donde se determinará a qué tipología se adscribe cada biblioteca de la red. Es por tanto, el “Mapa de bibliotecas públicas de Galicia” el instrumento imprescindible para cohesionar y poner en marcha el sistema de bibliotecas públicas de Galicia y hacerlo una realidad, de modo que trabaje verdaderamente en red y de forma coordinada. Si se empieza por vender el “Mapa de bibliotecas públicas de Galicia” como el documento donde se constata la “buena salud” del sistema de lectura pública de Galicia, mal empieza la planificación bibliotecaria por parte de los responsables políticos gallegos.
Otro aspecto a destacar de la Lei 5/2012 se refiere al personal bibliotecario de las bibliotecas públicas de Galicia, puesto que no se hace en ningún caso referencia a su cualificación. Se ha de tener en cuenta que en la mayoría de ayuntamientos de Galicia para acceder a las plazas de técnico bibliotecario y auxiliar/ayudante bibliotecario, no está entre los requisitos el disponer de formación en Biblioteconomía y Documentación –en algunos casos, ni esta titulación generalmente es puntuada en los concursos de oposición de forma diferente a otras titulaciones medias o superiores-.
Para acabar, se ha de destacar que el recorte presupuestario del gobierno autonómico gallego en el ámbito bibliotecario, en los últimos años ha sido enorme, pasando de una inversión de 5,5 millones de euros en 2008 a solo 1,3 millones de euros en 2012 (último año del que constan estadísticas oficiales públicas). Tampoco el ratio de usuarios de las bibliotecas públicas gallegas es esperanzador, estando en el 16,3% en 2012, frente a la media estatal de 20,5%, y muy inferior a Cataluña, que lidera el porcentaje de usuarios con un 26,7%.