Cuidado con el libro
En el texto se advertía de que, aunque el Índice ya no tenía la fuerza de una ley eclesiástica positiva con sus penas asociadas, todavía mantenía su autoridad moral en lo referente a los libros que podían dañar la fe y las costumbres. He recordado el Índice a propósito de la cada vez más nutrida lista de libros "cuestionados"(challenged) en las bibliotecas escolares estadounidenses por personas o grupos que consideran que su lectura puede dañar la fe y envenenar el alma de los jóvenes. La lista norteamericana sale a relucir cada año por estas fechas, porque es cuando se hacen públicas las obras de lectura obligada en los currículos escolares. Y, por tanto, cuando los espontáneos censores elevan a las autoridades sus escritos "cuestionándolas", un trámite que puede conducir a su prohibición o retirada.